martes, 27 de agosto de 2013

Revista ID






La diva de divas

Por Alejandra Martínez

Otra vez, devuelta en Londres, la hora del té y la realeza se pueden sentir en el aire, definitivamente no hay lugar como la casa de uno. De repente oigo mi nombre entre la multitud del aeropuerto, Señor Knight por acá, me volteo y veo a mi querido chofer Philip, por favor llévame directo al set, que hoy me complace fotografiar a la diva de divas, la señorita Sara Stockbridge, y no se imagina lo emocionado que estoy. Después de un silencio y entre risas empieza mi camino. Devuelta en I-D Magazine, saludo a todo el equipo de producción que me acompañará el día de hoy, pero como es costumbre ¿quién falta? Nada mas y nada menos que la misma Sara, típico, probablemente sigue de fiesta en Astoria, suspiro y pienso que definitivamente es mucho amor por la fotografía para soportarme esto. Mientras pasa el tiempo camino por las oficinas de la revista, en las paredes se puede ver mi vida plasmada, los colores de mis portadas y las modelos que pasaron por mi lente. Me tropiezo con la Pop issue, Abril del 87, la belleza de Grace Jones aún me sigue deslumbrando, siendo una portada en blanco y negro los colores que Jones le pone a la vida en cada momento y que le puso a esa sesión iluminaron la portada y siguen iluminando mis días. Continúo mi recorrido por los corredores cuando veo a alguien saludándome desde lo lejos, no lo puedo creer, la estrella de las estrellas, mi queridísima Sherron. Aunque la fotografíe hace 3 años definitivamente la edad no le pasa. Esa piel morena sigue perfecta, arrugas en su piel ni una, me abraza emocionada y nos sentamos a hablar, mientras me está resumiendo estos tres años en una taza de té pues son las 5 de la tarde, me transportó a su portada, locura y expresión es lo que se me viene a la mente, aunque bueno en realidad esa portada son los años 80 fotografiados: el juego de colores en el pelo, la transformación de su melena oscura a un anaranjado chillón entrenzado con toques de rojo, ya sé qué pueden estar pensando, payaso total, pero ante mis ojos es moda en su mayor esplendor. Los 80 se veían en la explosión de creatividad, la cantidad de escarcha que reemplazó su piel, esos labios color morado y su mano color fucsia agrupó todo lo que uno veía en la vida nocturna de Londres. La liberación, la felicidad que irradian las calles, los neones, el New wave y hasta el goth, se unen en un solo furor, y eso es lo que siempre busco expresar en mis portadas.  Me devuelvo al té con Sherron, terminamos nuestra conversación y camino de vuelta al set, frustrado por la impuntualidad de las personas, como ingles que se respete. Pero a lo lejos escucho unas puertas cerrar y unos tacones corriendo, preparo todo mi equipo, y a mi equipo, cambio mi cara de fotógrafo mal humorado y sale una sonrisa extrema al ver a mi modelo, puede que sea una fiestera y una diva, pero la belleza de Sara Stockbridge te puede quitar cualquier rencor que tengas. Ella se sienta rápidamente en la silla de maquillaje y de lejos me da una sonrisa que me mata, escucho los relatos de la maravillosa noche que tuvo, la gente que se encontró, los bailes y los viajes que hizo por su recorrido por los bares mas prestigiosos de la ciudad, Austoria, The Blitz y Heaven, bailando al ritmo de David Bowie, Duran Duran y The Smiths. Sale al set vestida simplemente con un abrigo de piel blanco con manchas negras, el pelo rubio platino con rulos en la frente, las cejas más perfectas que he visto en la historia, unos labios color rojo intenso y el toque final para una mujer indiscutiblemente hermosa, una corona de tela roja verde y amarilla, la pongo frente a mi lente y con una simple picada de ojo y un gesto de coquetería de los labios nace la portada de I-D.

Agosto 1987