lunes, 31 de octubre de 2016

The explosive vision of Diana Vreeland

by Patrick Demarcheliar for W Magazine
por Lukas Izabela Holguin

Ícono de moda, editora de moda, y no taches la palabra MODA aunque esté repetida. Diana Vreeland es conocida por la visión que tuvo acerca del cambio que tendrían las personas a la hora de vestir. Nació en París en julio de 1903, su estadía en Europa y Estados Unidos hicieron que captara la transformación que el mundo iba a tener: el fin de una guerra sería el comienzo de una nueva era.
Dicen que todo pasa por algo, y gracias a la Segunda Guerra Mundial, Diana tuvo que dirigirse junto a su marido Reed Vreeland de Londres a Nueva York. A los pocos meses Carmel Snow editora de la revista  Harper´s Bazaar se da cuenta del estilo único que llevaba Vreeland  con su vestido de Coco Chanel que la hizo única ante los ojos de Snow. Su trayectoria empieza por esta revista y escribe su columna Why don´t you? donde expresaba todo tipo de ideas que se le pasaran por la cabeza, desde las más cuerdas a las más extrañas, como ¿por qué no usas guantes de terciopelo morado todos los días? o ¿por qué no llevas el collar más caro del mundo con perlas enormes y brillantes y esmeraldas siberianas?
Su pasión por el arte la llevó a crear conceptos y unir ideas que fueran de la mano de la moda como el arte, la música, la política, pero desde un punto de vista que llamaba la atención de todas las personas.
A mediados de 1960 pasa a trabajar como editora para Vogue, cambia drásticamente el concepto de la revista, descubre modelos y de la mano de fotógrafos como Avedon crea editoriales estupendas, saca a la revista de confort y la lleva por todo el mundo. Tras varios años de estar al mando es despedida. Luego de unos meses es llamada por Ashton Hawkins el director del Metropolitan Museum of Modern Art de Nueva York para darle un aire totalmente diferente, crear escenarios para los vestuarios de los diseñadores de más importancia e incorpora ambientadores en los ductos de ventilación para hacer el museo un recuerdo.


WEBGRAFÍA
-          Ciber corresponsales. (no encontrado). El estilo y el lenguaje periodístico. Recuperado (Octubre 23 de 2016) de https://www.cibercorresponsales.org/pages/el-estilo-y-el-lenguaje-periodistico  
-          About español. (Agosto 21 de 2014). Ejemplo de textos periodísticos. Recuperado (Octubre 23 de 2016) de http://reglasespanol.about.com/od/tiposderedaccion/tp/Ejemplo-de-textos-periodiacutesticos.htm  
-          PoemHunter. (no encontrado). About. Recuperado (Octubre 23 de 2016) 

-          Commentary. (no encontrado). About. Recupeado (Octubre 23 de 2016) 

lunes, 24 de octubre de 2016

Ella



By Steven Klein, Vogue Italia 2015

Texto escrito por Stefania Lugo Eger

Ella, que ingenua era ella, con unos ojos tan grandes que a veces daba miedo que se le salieran de su cara, miraba sorprendida ante la oportunidad de ayudar a su patria.
Pero tiene miedo, es tan obvio, si tan solo pudieran ver la cara de aterrada que tiene y por más de que lo intenta no desaparece.

Pero se lo busca y déjenme decirles lo terca que es, ella no decide ser parte del 2,2 millones de mujeres que trabajan en las industrias,  fabricas o en construcciones, o manejando vehículos, o cultivando alimentos para así luchar por hacer sobrevivir la economía de Estados Unidos. No, ella busca luchar por su país. Sí literalmente luchar por su país.

Una mujer que apenas alcanza el metro y medio y que no supera el peso de cinco papeles apilados decide ir a la guerra.
Porque según ella, ya se ha logrado la igualdad de genero, pero es que Dios, a veces me pregunto si esta mujer tiene cerebro, pues no entiende que utilizar prendas más cómodas y verse enfrentada a un trabajo por primera vez no es equidad.

Probablemente no entiende que esto se da solo porque la crisis causó una necesidad en donde el único beneficio colateral es que el genero femenino es tomado en cuenta, pero no es porque el país decida que ya es tiempo de darle el lugar que merecen las mujeres, es porque no hay otra opción.

Entonces que alguien le explique a esta mujer que no tiene ningún sentido que arriesgue su vida en un campo de batalla, tratando de sorprender a todos, pues probablemente la única que se llevara una sorpresa será ella.

Pero es terca así que no será fácil convencerla de cambiar de idea y seguirá entusiasmada, haciendo parte de un gran momento en la historia, no solamente siendo una de las  heroínas de su país, sino también derribando las fronteras que las mujeres han tenido hasta entonces.

Hoy ya con el paso del tiempo, la guerra sigue en pie y sorprendentemente ella también y junto a sus dos pies una pregunta que comienza a rondar por su cabeza ¿acaso encontrar la igualdad significa realizar los mismos trabajos y ganar diferentes cantidades monetarias?
Tal vez todo con el tiempo mejorará. 

Si como dije, qué ingenua era ella.




lunes, 10 de octubre de 2016

Carta desde Nueva York

By Emma Summerton, W Magazine November 2013


por María Margarita Ariza S. 


Nueva York, Estados Unidos
15 de enero de 1916 

Querida hermana: 
       Hoy dediqué un momento para escribirte. Sé que debes creer que te olvidé o que no me importas, pero no he tenido tiempo. Yo sé que no es excusa, hubiera podido acostarme un poco más tarde o levantarme más temprano, pero es que casi no duermo y el poco tiempo en el que podría escribirte tengo que aprovecharlo o de lo contrario no rindo en todo el día y tú sabes que tengo que trabajar. 
      Me haces mucha falta, no sabes cuánta. Eres la única persona con la que puedo desahogarme y en estos días de verdad te necesito. El mundo está pasando por momentos difíciles y a veces creo que Edna no lo entiende o se hace la loca. Como siempre con este tipo de cosas no paro de llorar, no puedo pasar desapercibida toda la gente que está muriendo, toda la destrucción, todos los problemas, por más que yo no los esté viviendo. Sin embargo, me toca taparme un ojo con un parche color de rosa y escribir sobre temas frívolos y sin mayor relevancia. Estoy cansada de la moda, es mi pasión, pero siento que hay cosas más importantes sobre las cuales escribir en este momento. ¿A quién le importan los sombreros que están usando en París cuando el mismo París está siendo destruido? ¿Por qué tengo que decirle a las mujeres cómo vestirse cuando regresen sus esposos de la guerra si ni siquiera saben si van a regresar? Es como ocultar la oscura realidad o tratar de hacerla más bonita, pero lo que la gente no entiende, sobre todo Edna, es que una época tan espinosa no tiene un lado bueno. 
     ¿Puedes creer que me toca escribir sobre cómo combinar los accesorios ultra femeninos y costosos con los uniformes que las mujeres deben usar? Tengo que recomendarles los mejores costureros para que sus uniformes destaquen. ¡Es absurdo! Ellas tienen cosas más importantes que hacer que comprar una bufanda de seda que vaya acorde con la gabardina de lana verde militar. Tienen que ocuparse de sus hijos, tienen que ir a trabajar, llevar la comida a sus casas, no tienen por qué salir a comprar los nuevos zapatos que se vieron en el último show que Edna organizó. 
     Me siento nostálgica, un poco triste, y quisiera tenerte aquí a mi lado para que me des un abrazo tan intenso que me haga sentir que todo va a mejorar y que solo es cuestión de tiempo para que vuelva a estar inmensamente enamorada de mi trabajo. 
    Pero mírame, ya me estoy volviendo igual de egocéntrica que los demás y no te he preguntado sobre ti. Cuéntame cómo estás, cómo está la familia. Espero que no estén pasando necesidades y que a pesar de las adversidades todo esté bien. Déjame saber si necesitan algo o si es necesario que vuelva. 

Te quiere infinitamente, 
Tu hermana Dorothy

Bibliografía y webgrafía 
Fogg, M. and Steele, V. (2014). Moda. Barcelona: Blume.
Google Books. (2016). Fashioning the Feminine. [online] Available at: https://books.google.com.co/books?id=inVZ3UIQCyoC&pg=PA50&lpg=PA50&dq=fashion+magazines+great+war&source=bl&ots=E7tMIq6TcC&sig=GSdw_dS19hEi2g3kmPKg7BrdIZo&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwjTw-iRpdbPAhUBdSYKHW1ABG8Q6AEIajAO#v=onepage&q=fashion%20magazines%20great%20war&f=false [Accessed 12 Oct. 2016].
Oldmagazinearticles.com. (2016). HOUSE OF PAQUIN 1914,HOUSE OF DRCOLL 1914,HOUSE OF WORTH 1914,PARIS FASHIONS 1914,HOUSE OF WORTH DURING WW1,GREAT PARIS FASHION HOUSES DURING WW1,GREAT PARIS FASHION HOUSES DURING 1914 - Article Preview - Old Magazine Articles. [online] Available at: http://www.oldmagazinearticles.com/article-summary/fashion_august_1914#.V_652JPhBo4 [Accessed 9 Oct. 2016].
Oldmagazinearticles.com. (2016). 1915 FASHIONS OF PARIS,PARIS FASHION 1915,HOUSE OF PAQUIN 1915,HOUSE OF DRCOLL 1915,HOUSE OF WORTH 1915,PARIS FASHIONS 1915,GREAT PARIS FASHION HOUSES DURING 1915,GREAT PARIS FASHION HOUSES DURING 1915 - Article Preview - Old Magazine Articles. [online] Available at: http://www.oldmagazinearticles.com/article-summary/paris-fashion-1915#.V_676pPhBo4 [Accessed 12 Oct. 2016].

Poemhunter.com. (2016). Edna Woolman Chase - Edna Woolman Chase Biography - Poem Hunter. [online] Available at: http://www.poemhunter.com/edna-woolman-chase/biography/ [Accessed 10 Oct. 2016].

sábado, 8 de octubre de 2016

La obra final

"Family Circus", W magazine, December 2010

por Susana Restrepo

No puedo ver nada, solo oigo el murmullo inmutable del público. Me duele el tobillo izquierdo. Debí estirar mejor mis músculos hace 10 minutos, cuando Nijinsky me lo pidió. ¿Por qué no lo hice? Ah... esa luz está justo en mi cara. Ya están subiendo las cortinas y solo falta que entre la música de Stravinski y… ¡listo, ya!
No vayas a estropearlo Anna, tu puedes, mira cuánta gente hay. ¡Hay no!, mi corazón va a explotar. No, no ahora, no estés nerviosa. Practicaste mucho para esto, vamos, sé que lo harás bien. Ahí vienen los 7 fouettes de Rosella y luego me toca a mí. Le están aplaudiendo a ella. ¿Qué tal que no lo hagan conmigo, qué no les guste, o si me caigo?  No Anna, no desistas ahora, es tu momento de brillar. Respira: 1, 2, 3 pas-de-chat…  4, 5, 6 giro y  port-de-bras. ¿Si ves, no estuvo tan grave?  Se está acelerando el ritmo de la música, es hora de hacer el assemblé y luego el barre. Vamos, tal como lo practicamos: 1, 2, 3… y ahora un salto. Me salió perfecto. Menos mal sonrío Nijinsky, creo que no notó lo nerviosa que estoy.  
Es el turno de Rudolf. Ahí viene, tan apuesto y alegre como siempre. Al verlo, unas señoras aristocráticas sonríen y se susurrando al oído. Si pudiera reírme en este momento, lo haría. Rudolf el galán del ballet ha cumplido lo que dice siempre Nijinsky en las practicas: “Barýshnikov, si vas a coquetear que sea en la pista de baile. Intenta contener tu risa Anna. Rudolf lo hace excelente: un battu y luego 10 fouettes. Siempre he envidiado su plasticidad. ¿Cómo los hace?, yo apenas puedo con 5. Nijinsky siempre recalca que una buena bailarina debe ser “suficientemente erótica para brillar, pero suficientemente distante para no ofender.”  Pero, ¿cómo voy a brillar algún día si ni siquiera puedo hacer 5 malditos fouettes? Anna, no te distraigas. No es momento de pensar en Nijinsky. 
Al fin Rudolf termina su solo impecable y ahora nos toca entrar a las bailarinas. Miro a Rosella que no para de sonreír. Si no la conociera diría que esta muerta de los nervios, incluso peor que yo. Mis muslos ya me empiezan a doler, justo cuando es mi turno: 1, 2, 3 developpé. Muy bien…. 4, 5, 6 y un Grand Jeté. Rosella me premia con una sonrisa: lo hice perfecto. Ahora es su turno: 1, 2, 3 developpé…. 4, 5, 6 Grand Jeté. Le devuelvo la sonrisa. Ahora pienso que, junto con Rudolf, somos los favoritos de Nijinsky. 
Es hora del gran final. Tengo que hacer un temps-lie, tours en chaines, y terminarlo con 5 fouettes. Son los fouettes lo que me preocupan. Es el santo grial del ballet ruso. Respiro hondo:  1, 2, 3,  salto… 4, 5, 6 temps-lie… 7, 8, 9, 10 tours en chaines. La luz esta otra vez ilumina en mi cara. Respiro nuevamente sin dejar de sonreír: 1, 2,3... 
Escucho un murmullo de preocupación entre el público. Miro a mi alrededor, estoy agitada. Algo parece que están hablando de mí. Algunos se tapan la boca y otros se paran de pie para ver qué ha pasado. La música deja de sonar y el telón comienza a bajar. ¿Lo he arruinado?


Bibliografía:
1.) Tarjada Quiroz, Margarita. Feb, 2007, (“El concepto moderno del ballet: los ballets rusos y el retorno de la danza masculina”), casa de tiempo,
60_65.pdf

2.) Danza Ballet. Bailarinas en dehors y dedans, 2013 Danza Ballet, 

http://www.bailarinas.eu/diccionario-de-ballet-danza-ballet-2/

lunes, 3 de octubre de 2016

Pequeña imperfección

by Kevin Mackintosh for Vogue Italia


Texto fantastico escrito por Mariana Alvarez
Los rayos del sol se filtran en mi ventana rozándome la piel. Ya es hora de levantarse coger el espejo y observar el esplendor que me define. 
Tengo una pluma, una de pavo real que emana de mi boca y me hace resaltar. Estaba esperando esto hace un tiempo. Mis ánimos de lucirla se apoderan de mí y salgo a la calle a mostrarla. Unos me miran con curiosidad y otros con admiración, saben que esta pluma significa que estoy más allá de la belleza normal que a todos rodea. Me paso el día adornándola con algunos diamantes, para que resalte un poco más.
Bueno, es hora de acostarse, arrancarla de mi boca. Al día siguiente, volví a mirarme al espejo y dos plumas más brotaban en mi cara, aunque me alegro verme aún más perfecta, me preocupa la razón de esto, más de una no es normal. Igual, qué más da, cada día mi ego se adorna con un diamante más.
Volví a casa y otra vez me las arranqué, sabía que al otro día mi esplendor seguiría y yo luciría, pero al verme la mañana siguiente ya no tenia dos nuevas sino diez más que tapaban casi toda mi cara. Me empezaba a sentir agobiada y decidí arrancarlas de una vez y no salir de la casa, pero en el transcurso de ese día comenzaron a brotar no solo de mi cara sino también de mi cuerpo, me rascaban, me dolían. Pasaron semanas y cada vez que intentaba quitármelas más salían mas, empecé a preocuparme, aumentaban exageradamente, no podía ver, ni respirar muy bien, parecía un pavo real.

Me encontraba encerrada en cuatro paredes, agonizando en un sinfín de pensamientos, ahogándome en mis propias plumas decidí quitarlas una a una, pero esta vez con una mejor estrategia, agarré un pequeño cuchillo y empecé a atravesar mi piel poco a poco, hasta sentir el inicio de la pluma, sacándolas y dejándome significativos huecos en mi cuerpo que se desmoronaban poco a poco hasta caer en mi propia ironía. 

La mujer de diamantes y terciopelo oscuro

By: Steven Meisel-Vogue Italia



Escrito por María Margarita Ariza S. 

Algunas veces es difícil creer que las maravillosas historias que vemos en series, películas y libros sean reales: esas historias de familias increíblemente adineradas que celebran con bailes majestuosos y vestidos despampanantes. Dudamos que dramas tan absurdos hayan ocurrido o que personajes tan inimaginables hayan vivido. Y así, como salida de un capítulo de Gossip Girl o de una película de época es de dramática la historia del “Baile de los 400” y como resultado la creación de la revista Vogue, que ya no es sólo una revista sino un ícono, que entre las publicaciones de moda es la realeza y que para muchos se ha convertido en una biblia. 
Todo comenzó con una mujer, esposa del hombre por el cual se creó el término “multimillonario”, la autoproclamada reina de la sociedad neoyorkina, la “it girl” del momento, la inigualable Señora Astor. En la época dorada donde cada vez llegaba más tecnología, más industrias y con ellas nuevos ricos, la élite de Nueva York cuidaba fervorosamente quiénes entraban a su exclusivo círculo social. Es por eso que para su baile anual de invierno, el cual daba en su mansión de la 5ta Avenida y donde sólo cabían 400 personas, la señora Astor nombró como árbitro al abogado de Atlanta, Ward McAllister, que, aunque no nació siendo parte de la aristocracia, escaló hasta llegar a codearse con las familias más prestigiosas y tener la importante labor de escoger milimétricamente a las 400 personas invitadas al evento más esperado de la gran ciudad. 
Recibir una invitación al Baile de los Cuatrocientos, era recibir una invitación a la Alta Sociedad y es por eso que todos querían ser invitados. Debido a esto, en 1892, Arthur Baldwin Turnure, miembro de ese selecto grupo, tuvo la magnífica idea de crear una publicación que mostrara desde adentro el estilo de vida de esas 400 personas. La revista siempre tuvo ventaja sobre su competencia debido al acceso exclusivo a las vidas de los Astors, Vanderbilts, Rockefellers y demás familias que todos querían emular. 
Siendo así, Vogue nació para ser el espejo de cuatro centenas de personas invitadas a un baile, que en la época dorada eran exaltados como si realmente fueran de oro; para que Josephine Redding, la editora jefe, instruyera a las mujeres sobre cómo debían vestir al ir a tomar el té donde la señora Stuyvesant, para mostrar los clubes exclusivos como The Grolier y The Union, que eran frecuentados por hombres como Jack Astor; para exhibir lugares como Delmonico y el hotel Waldorf a donde iba a comer Harry McVicnar, director de arte de la revista, o para mostrar los disfraces escandalosos que usaron los invitados a la aparatosa fiesta de Alva Vanderbilt, creada únicamente como una maniobra para poder recibir una invitación por parte de Caroline Astor, conspirar para derrotarla y quitarle su corona. 
Ahora todo esto puede parecernos absurdo, pero lo cierto es que gracias a la mujer vestida con terciopelo oscuro y diamantes, y sus interminables dramas se crearon cosas tan memorables como el Waldorf Astoria, el Empire State e indiscutiblemente nuestra tan apreciada revista Vogue que mes a mes nos recuerda que nació en la cima y se mantiene en ella.

Bibliografía y Webgrafía
Edwardianpromenade.com. (2016). The Four HundredEdwardian Promenade | Edwardian Promenade. [online] Available at: http://www.edwardianpromenade.com/new-york-city/the-four-hundred/ [Accessed 13 Sep. 2016].
Fourhundredmediagroup.com. (2016). Our Story | The Fourhundred Media Group. [online] Available at: http://www.fourhundredmediagroup.com/fourhundred/ [Accessed 13 Sep. 2016].
MCNY Blog: New York Stories. (2013). Vanderbilt Ball – how a costume ball changed New York elite society. [online] Available at: https://blog.mcny.org/2013/08/06/vanderbilt-ball-how-a-costume-ball-changed-new-york-elite-society/ [Accessed 11 Sep. 2016].
New York Social Diary. (2011). The First Four Hundred. [online] Available at: http://www.newyorksocialdiary.com/social-diary/2011/the-first-four-hundred [Accessed 11 Sep. 2016].
Nysun.com. (2016). The Father of the Four Hundred - The New York Sun. [online] Available at: http://www.nysun.com/arts/father-of-the-four-hundred/18321/ [Accessed 13 Sep. 2016].

Raken.com. (2016). History and genealogy of the wealthy families of America. [online] Available at: http://www.raken.com/american_wealth/other/newsletter/chronicle111103.asp [Accessed 13 Sep. 2016].