lunes, 3 de octubre de 2016

Pequeña imperfección

by Kevin Mackintosh for Vogue Italia


Texto fantastico escrito por Mariana Alvarez
Los rayos del sol se filtran en mi ventana rozándome la piel. Ya es hora de levantarse coger el espejo y observar el esplendor que me define. 
Tengo una pluma, una de pavo real que emana de mi boca y me hace resaltar. Estaba esperando esto hace un tiempo. Mis ánimos de lucirla se apoderan de mí y salgo a la calle a mostrarla. Unos me miran con curiosidad y otros con admiración, saben que esta pluma significa que estoy más allá de la belleza normal que a todos rodea. Me paso el día adornándola con algunos diamantes, para que resalte un poco más.
Bueno, es hora de acostarse, arrancarla de mi boca. Al día siguiente, volví a mirarme al espejo y dos plumas más brotaban en mi cara, aunque me alegro verme aún más perfecta, me preocupa la razón de esto, más de una no es normal. Igual, qué más da, cada día mi ego se adorna con un diamante más.
Volví a casa y otra vez me las arranqué, sabía que al otro día mi esplendor seguiría y yo luciría, pero al verme la mañana siguiente ya no tenia dos nuevas sino diez más que tapaban casi toda mi cara. Me empezaba a sentir agobiada y decidí arrancarlas de una vez y no salir de la casa, pero en el transcurso de ese día comenzaron a brotar no solo de mi cara sino también de mi cuerpo, me rascaban, me dolían. Pasaron semanas y cada vez que intentaba quitármelas más salían mas, empecé a preocuparme, aumentaban exageradamente, no podía ver, ni respirar muy bien, parecía un pavo real.

Me encontraba encerrada en cuatro paredes, agonizando en un sinfín de pensamientos, ahogándome en mis propias plumas decidí quitarlas una a una, pero esta vez con una mejor estrategia, agarré un pequeño cuchillo y empecé a atravesar mi piel poco a poco, hasta sentir el inicio de la pluma, sacándolas y dejándome significativos huecos en mi cuerpo que se desmoronaban poco a poco hasta caer en mi propia ironía. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario