viernes, 21 de abril de 2017

Frente al lente de Perfer

Por Nicolas Silva
Mr sinverguenza.co

Fascinarse casi involuntariamente con los gestos, los rostros impasibles o las miradas fijas de los retratos de cualquier museo que he visitado es un hábito prácticamente ineludible.
Ya sean colecciones de pintura clásica o exposiciones de fotógrafos contemporáneos, siempre he tenido una fuerte atracción por poder contemplar, como si de una extensión mía se tratara, a quien me contemple a través de un retrato. Admirarlo sin ninguna prisa y al mismo tiempo ser su sujeto indefinido de admiración.
Mucho han escrito los historiadores y críticos del arte sobre las atribuciones de las actitudes de quienes habitan estos retratos y la retahíla de la alienación del cuerpo como objeto de deseo por parte del sistema publicitario es de amplio conocimiento público. Pero, ¿quiénes conocen realmente las intenciones y sentimientos de quienes han estado tras un lienzo o un lente con el propósito de ser duplicados, capturados y eternizados?
¿En los casos de las grandes obras se trata de una decisión voluntaria y un deseo personal del individuo o el modelo es simplemente otra pieza de un ajedrez que responde al capricho y la trama de algo mucho más grande?
Con el propósito de experimentar la sensación de posar para un retrato me acerqué a Oscar Perfer, fotógrafo colombiano de intrigante propuesta y creador de personajes difíciles de ubicar en una concepción lineal del tiempo.
El resultado es este cálido diálogo perceptible en cada una de las tomas que componen la serie, materializada en torno a una idea tan vigente como arcaica puede ser la masculinidad, su belleza y la percepción que tenemos de la misma.
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La conversación que sostuvieron nuestros ojos a través de su lente inició mucho antes de encontrarme en el estudio con el torso desnudo cubierto por una piel y una camisa de boleros. Inició de manera tácita, con la convergencia de las ideas que cada uno tenía inicialmente del resultado, se alimentó con la construcción conjunta del styling y se encendió con la admiración compartida por los maestros del pasado.
Las miradas delatan, es algo que no se puede evitar, intentar tergiversarlas o jugar con ellas es casi imposible, así como evitar el reflejo involuntario de su mecanismo, sin embargo, con la suficiente autoconciencia del modelo y la guía de un observador perspicaz, con el don de obturar en el momento indicado, se puede atrapar la sutileza de suspirar con las pestañas.
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Vistazos de reojo, de esos en los que la nariz interfiere en el primer plano, como el de la de La Gioconda, ojeadas titubeantes, impregnadas de dudas que nadie puede resolver como la de la icónica obra de Vermeer y esas levantadas de ojos al cielo cargadas de dramatismo tan Caravaggiescas nos tocan tanto porque son reflejos de nuestras mismas expresiones y dentro de la artificiosidad de la composición de un lienzo o de un estudio fotográfico no pueden ser más naturales.
Satisfacer el deseo de ser representados implica un intercambio elevado, en el que entre mayor sea la sinceridad e intimidad con que miremos al retratista, mayor realidad, humanidad y vida nos dará de vuelta la mirada del retrato.
Para ver la serie completa les comparto el link del portafolio de Oscar Perfer , así conocen más de su impresionante trabajo y tienen un #RecomendadoSinverguenza para seguir.

lunes, 17 de abril de 2017

UN-inspired



Vogue Italia by Paolo Roversi

 por Camila Andrea Rodríguez Arango

Es difícil sentarse frente a un espacio de trabajo y simplemente “dejar que todo fluya”. No es como llevar una Moleskine a la playa para anotar cada coco que gravita sobre tu cabeza. Estas en Bogotá, el sol juega a las escondidas y los gatos maúllan. El elefante en la sala es la presión, más un tic-toc imaginario del reloj digital que recuesta su creciente peso sobre las migajas creativas que te quedan. Pelo tras pelo, cae uno sobre otro en el escritorio blanco haciendo que el desespero tome una forma física. Repasas toda colección de libros, películas, fotos, revistas, cartas. Nada sirve y te preguntas ¿cómo lo harán los grandes? ¿Cómo lo hará Rei? ­Para ella no fue el hecho de nacer en Japón ni ningún otra casualidad. Los íconos crecen de las causalidades y es importante entender la diferencia.

Lo pienso mucho y el mundo está lleno de falsos dioses de las artes que tienen la cabeza llena de mierda. A ninguno de ellos se les hubiese ocurrido atravesar continentes o que el negro era un color para la moda. Mucho menos que las mujeres podrían dejar de ceñir su figura, God forbid.  Hay que ser genio para crear disruptivas y sentimientos. Posiblemente esa es la razón de mi devota admiración hacia los diseñadores japoneses, sobre todo a Kawakubo (y los curadores del MET están de acuerdo conmigo). Cada aspecto de su estética hacen que mi cerebro explote de incertidumbre. Es sentirlo todo y a la vez nada. Puede ser ira por no entender el deconstructivismo (ni tener veinte años y todavía no poder pronunciarlo)  o la tranquilidad  de saber que su creatividad es interminable.

Kawakubo es el tipo de mujeres que hacen historia por medio de ellas mismas.  Ella no es la esposa de alguien, es la creadora de Comme des Garçons. Es una artista que busca artistas y que amenaza lo común con humildad y críticas. Es la única diseñadora que hace llorar a sus espectadores en un show y definitivamente la única intelectual que me podría sacar de un lío creativo. Kawakubo representa los estándares por los cuales la moda debería regirse y el hecho de no tener que ver a Kendall Jenner en otra campaña publicitaria. She stands for fashion. Y aunque, como ella dice, su trabajo creativo no ha terminado, mis monólogos sobre cómo y quién me puede traer inspiración, tampoco lo van a hacer.


lunes, 10 de abril de 2017

Yohji Yamamoto en el V&A’


Vogue Italia, November 2016, Steven Klein


por Catalina Londoño Almeyda

El trabajo de Yohji Yamamoto fue mostrado en una exhibición curada por Ligaya Salazar en el Victoria & Albert Museum de Londres, conmemorando su aniversario número treinta de su debut en la Semana de la Moda de París. La apertura ocurrió el 12 marzo de 2011 y fuimos pocos los afortunados que pudimos presenciar el evento que se produjo en una de las galerías del museo.

Enormes paneles blancos cubiertos de bocetos a escala real de figuras humanas rodeaban a los grupos de maniquíes del mismo color, el espacio fue convertido en un showroom iluminado de manera industrial, un concepto ideado por Masao Nihei –colaborador habitual en los proyectos de Yamamoto–. Las prendas fueron presentadas para que nos acercáramos a ellas con facilidad, maniquíes puestos al nivel del piso para que fueran apreciados, casi se podía tocar los textiles y cada diseño se percibía con claridad. Al recorrer el área llena de ropa negra –color insignia del diseñador– vestidos de otros tonalidades aparecían como pequeñas manchas de color, mostrando que los tonos oscuros no son los únicos en el repertorio del diseñador japonés, quién ganó popularidad en el mundo de la moda a principios de los años ochenta debido a sus diseños vanguardistas de siluetas amplias, prendas sin terminar y elementos andróginos, además del uso de materiales como el fieltro y el neopreno.

La falta de cronología en la disposición de las prendas, se contrastaba con los elementos multimedia que complementaron la exhibición. Proyecciones de sus desfiles anteriores a lo largo de la habitación y seis instalaciones localizadas alrededor de la galería donde se mostraron videos y fotografías producidas por ShowStudio, en las cuales la trayectoria de Yamamoto fue expuesta. En estos el diseñador contaba sus inicios en la industria de la  moda, la influencia de su madre cuando decidió dejar la abogacía para comenzar sus estudios en moda, y la forma en la que crecer entre mujeres forjó su visión. “Yo viví la sociedad por medio de las mujeres” relata en una de sus entrevistas.

Me dirigí a la salida después de ver esas sesenta piezas que emanaban el espíritu del diseñador japonés, sin embargo me encontré con seis carteras en la tienda del museo que habían sido creadas por Yamamoto mismo. Estas eran sencillas pero contaban con una hermosa tela floral inspirada en los archivos textiles de la institución, además podían comprarse por 137 dólares cada una. No dejé pasar la oportunidad, sellando una noche extraordinaria.

La exhibición de Yohji Yamamoto fue una experiencia sublime que cualquiera puede disfrutar hasta el 10 de julio por tan sólo siete libras por persona por la admisión.

Webgrafía:

-       Victoria and Albert Museum. No disponible. Past Exhibitions and Displays 2011. Recuperado el 26 de marzo de 2017 de http://www.vam.ac.uk/content/articles/p/past-exhibitions-and-displays-2011/
-       Victoria and Albert Museum. No disponible. Yohji Yamamoto. Recuperado el 26 de marzo de 2017 de http://www.vam.ac.uk/page/y/yohji-yamamoto/
-       Sarah Joynt. Marzo 25 de 2011. London Has Yamamoto Mania. Recuperado el 26 de marzo de 2017 de http://www.thefashionspot.com/runway-news/161006-london-has-yamamoto-mania/
-       Tiffany Jow. No disponible. Yohji Yamamoto @ the V&A, London. Recuperado el 26 de marzo de 2017 de http://www.aestheticamagazine.com/yohji-yamamoto-the-va-london/
-       Charlotte M Davey. Marzo 22 de 2011. Yohji Yamamoto at The Victoria and Albert Museum. Recuperado el 26 de marzo de 2017 de http://ldnfashion.com/news/yohji-yamamoto-at-the-victoria-and-albert-museum/
-       Virginia Tupker. Marzo 10 de 2011. Need it Now: Yohji Yamamoto Furoshiki Bags for the V&A. Recuperado el 26 de marzo de 2017 de http://www.vogue.com/article/need-it-now-yohji-yamamoto-furoshiki-bags-for-the-va
-       Naomi Thompson. No disponible. Yohji Yamamoto at the Victoria and Albert Museum. Recuperado el 26 de marzo de 2017 de http://www.naomithompson.co.uk/2010/11/yohji-yamamoto-at-the-victoria-and-albert-museu/
-       UltraVieSocial. Marzo 16 de 2011. Yohji Yamamoto at the V&A.m4v. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=xbgGqcpbw78

-       Cliklab. Julio 3 de 2011. Yohji Yamamoto in conversation w/ Alexander Fury 2011 @ London’s Victoria & Albert museum. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=kCa5jFEnaqI

lunes, 3 de abril de 2017

Dos miradas a Franca Sozzani


Vogue Italia by Steven Meisel 


Revolución Sozzani
por Laura Velandia

Franca, caótica, obstinada e intuitiva. Franca, cabello dorado y ondulado, ojos azules, sonrisa amplia. Madre de un solo hijo. Él, nostálgico por un pasado irreversible, ella mirando siempre hacia el futuro, de lo contrario está perdiendo su tiempo. Trasgredió la convencionalidad italiana (alta costura, familia, costumbre) en sus editoriales, haciendo lo mismo en su vida, anuló su primer matrimonio para recorrer el mundo y dejar atrás el destino que sabía que por tradición le esperaba más no por convicción aceptaría. India, Londres y Nueva York fueron su muestra de libertad.
Corre la década de los 80, y al tiempo que Anna Wintour toma el cargo de editora en jefe de Vogue America, Franca asume el suyo como editora en jefe de la versión Italiana, cargo que mantuvo hasta el fin de sus días. En un principio generó conflicto con las directivas de Condé Nast por llevar al límite su creatividad, la controversia en sus editoriales era constante por los conceptos que representaba. “Condé Nast creyó que estaba contratando a una mujer de negocios con un plan, pero ella está loca” dice  Bernard-Henri Lévy en el documental realizado por Francesco sobre su madre (Franca. Chaos and creation).
 Sozzani era consciente de que no se podia mantener contento a todo el mundo: violencia, guerra, cirugías estéticas, abuso de drogas y el cambio climático expuestos en fotografías y editoriales con una estética vanguardista y en su mayoría de la mano de Steven Meisel han cautivado y revolucionado al mundo de la moda a través de las páginas de Vogue Italia.
Las personas quieren soñar, quieren emprender un viaje en su imaginación, decía, así que hizo lo que quiso, no se conformó con lo comercial, usó la expresión como herramienta, era su arma secreta. No estaba interesada en competir con las revistas de circulación masiva y esto le permitió crear una brecha entre su trabajo y el del resto.
Haciendo un recorrido por la trayectoria de Franca, quien pasará a la historia como una de las editoras visionarias de todos los tiempos, es imposible no estar de acuerdo con las palabras del  fotógrafo Paolo Roversi sobre su trabajo como editora “Vogue Italia es un autorretrato de Sozzani, la refleja. Toma lo que necesita de cada fotógrafo para construir su retrato.” Y es así como será recordada por muchos: carismática, arriesgada, audaz.

Franca paralela
Luna Londoño B

¿Qué pasa si usamos la moda para mostrar algo que trasciende lo evidente? ¿Comunicar algo importante o seguir hablando de banalidad? Mejor hacer algo verdaderamente relevante, cualquiera lo pudo haber hecho, pero ella lo hizo, fue ella. En la mirada de esos ojos azules como el Mediterráneo, se veía que estaba determinada a cambiar un poco las reglas del juego.

Tener la fuerza implacable de dejar a un lado asuntos del corazón y dedicarse a generar un discurso nuevo en la moda. Tener la fuerza de liderar y guiar una revista 28 años. De hacerla importante, escuchada y leída. Desde los ojos de Anna Wintour: “Hizo que todo en lo que trabajaba pareciera fácil, sin importar si se trataba de un evento para cientos de personas; un viaje relámpago a África para apoyar a los diseñadores emergentes del continente; o la creación de otro noticiable, provocativo y absolutamente fascinante número de Vogue Italia"1.

¿Qué hace a una mente brillante? ¿Qué la hace diferente? Ella siempre fue más allá. Tratar temas que nunca se habían hablado, mostrar cosas que nunca se habían mostrado, de maneras que no se habían pensado. Habló del racismo, las mujeres plus size, maltrato doméstico, represión, rehabilitación, arte, locura y amor. Todo desde la mirada más irreverentemente glamurosa posible.2

Ser ternura y carácter. Tener un hijo. Dominar la ironía y el sarcasmo a la perfección. Ser italiana. Descubrir a Steven Meisel. Trabajar con Steven Meisel. Crear arte. Volver a las modelos súper modelos. Lidiar con el cáncer. Perder su hermoso pelo dorado. Hacer a Vogue más grande. Ser arte. Pasar a la historia. Ser Franca Sozzani.3

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Webgrafía 

Autor: Desconocido. Fecha: 22 Diciembre 2016 [Consultado 18 Marzo 2017 6pm]

Autor: Aaron Hicklin. Fecha: 27 Noviembre 2016 [Consultado 17 Marzo 2017 7pm]

Autor: “Redacción Makia” Fecha: 22 Diciembre 2016 [Consultado 22 Marzo 2017 11am]

Firth, Livia. (2012). Franca Sozzani. 21 de marzo de 2017, de Interview Magazine Sitio web: http://www.interviewmagazine.com/fashion/franca-sozzani#_
Bateman, Kristen. (2016). THE BEST VOGUE ITALIA EDITORIALS: 1990S. 21 de Marzo de 2017, de M Shop NYC Sitio web: http://blog.mshopnyc.com/the-best-vogue-italia-editorials-1990s/https://models.com/client/vogue-italia/Editorial/1998/1
Haveles, Kate. (2015). From Designers in Dresses to Models Off Duty, 11 Iconic Fashion Photographs from the Past Three Decades. 21 de marzo de 2017, de Artsy Sitio web: https://www.artsy.net/article/artsy-editorial-from-designers-in-dresses-to-models-off-duty-11-iconic-fashion-photographs-from-the-past-three-decades

Desconocido. (2017). Franca Sozzani. 21 de Marzo de 2017, de Wikipedia Sitio web: https://en.wikipedia.org/wiki/Franca_Sozzani