viernes, 26 de junio de 2015

Conversación en Benidorm



por Lina Galvis

Coco Chanel: Entonces, aquí estamos querido amigo, a veces siento que pasa el tiempo lento cuando  no realizas lo que tanto amas, despues entenderás el porqué de esta frase - esboza un leve sonrisa.

Alexander McQueen: Que bueno es encontrarte en este maravilloso lugar, jamás imaginé volve a hacerlo, o bueno, no tan pronto. Benidorm para mí siempre ha sido un placentero lugar de escape. Es bueno perderse y volver a encontrarse en el mar o cerca de él.

 CC: Ya lo sé querido, frase de cajón para una mujer como yo, pero no soy del común.

AM: Eso claro estar. Tú una mujer clásica, recatada y sí, elegante pero que de forma sutil implantó nuevas tendencias para la moda femenina y  liberó a la mujer desde otro concepto.

CC: Tu un guapo y exitoso excéntrico que transformó ciertas piezas estéticas de la costura. Gracias por lo que me dices, pero no me sentó muy bien lo de forma sutil.

AM: No, no quiero ofenderte, los dos entendimimos a la mujer como una musa, cada uno diferente y alterno en épocas distintas, donde quisimos plasmar nuestros gustos y lo mejor es que fueron acogidos de uno u otro modo como irreverentes dentro del espacio en que nos movemos, o bueno en el que nos movimos— Al terminar la frase Chanel estalla en carcajadas.

CC: En tu caso alternativas que exponian lo vanguardista con toques andrógenos y yo tan delicada, necesitaba mencionarlo. De ti admiro como mezclabas diferentes conceptos de la moda y los proyectabas en tus pasarelas, lo bueno es que para ser extremadamente opuestos compartimos ese deseo interno por un cambio radical,  teníamos una visión de la moda y las mujeres en nuestros sentimientos. La poesia me esta consumiendo…

AM: Me halagas con tus bellos cometarios.

CC: Sí, sí, mis creaciones clásicas que le dieron un giro a la moda en aquella época, pero estoy hablando mucho de mí, con esta invitación queria destacar de ti esa energía dentro de las pasarelas, esas emociones que transmitías en cada movimiento dentro de tus creaciones. ¿Te gusta el lugar donde estamos? hace cuánto no venías Alicante, menos mal pudiste visitarme.


AM: Estábamos posponiendo hace mucho este encuentro y ya te habia dicho que el lugar me parece maravilloso.

Imagen 1: coco-chanel
Imagen 2: magazine-issue-58


Nostalgia en los tiempos de LId


por Valentina Lovera

Elspeth estaba sentada en su oficina. Seis meses habían transcurrido desde el final de la Gran Guerra en la que murieron millones de personas y se destruyeron ciudades enteras. Recordando aquellos días ruidosos, intranquilos, inseguros, que giraban entorno al conflicto, conflicto que afectó todos los sectores económicos, incluso al de la moda. Sacó de su escritorio algunas ediciones pasadas de la ya reconocida revista Vogue publicada en medio de la guerra.
Las revistas se encontraban organizadas en orden cronológico. Las observó una por una. La primera que tuvo frente a sus ojos correspondía a septiembre de 1916 que tenía escrito un llamativo titulo: Forecast of Autumn Fashions e hizo referencia a la moda de otoño, a sus principales prendas y diseños. Elspeth se sorprendió al recordar que esos informes de moda se hicieron en medio de la incertidumbre sobre el rumbo que emprendería el conflicto.   
Elspeth continuó con la edición de diciembre de 1916, la separación de los hombres y de las mujeres por causa de la guerra fue el tema principal, pues los hombres debía ir a enfrentar al enemigo.  Sin embargo, ella recordó la motivación de ese entonces para que las mujeres vistieran de color primavera.
La portada de la edición de diciembre de 1916 era un homenaje a la famosa reina Victoria de España, que era un icono en la moda por su exquisito gusto en su vestir.  Por culpa de la Gran Guerra, ella y el rey Alfonso se vieron obligados a permanecer en su país y cancelar sus viajes por Europa. Elspeth pensó en ese momento que nadie se salvaba de los estragos de la guerra, pero la moda continuó y esa vez se caracterizó por las prendas de piel y las túnicas. 
Elspeth recordó, al ver a simple vista la portada de la edición de diciembre de 1917, los vestidos de los diseñadores Premet y Lanvin, los cuales se caracterizaban por la sencillez, que era acorde a la guerra, y que eran acompañados de capas. Reflexionó acerca de los desastres y sacrificios que la guerra ocasionó a la humanidad y suspiró profundamente en forma de lamento. 
Luego posó su mirada sobre la edición de mayo de 1918, la cuál hablaba sobre los matrimonios, brindando  soluciones para algunos problemas y retos que debía enfrentar la novia en medio de una guerra, donde sobresalía la escasez, la hambruna y el endeudamiento. Elspeth recordó que en ese momento sintió una gran responsabilidad por todas aquellas mujeres que querían celebrar en grande uno de los momentos mas importantes de la vida pero por las circunstancias no era una tarea fácil de realizar.
Por último observó la portada de la edición de Octubre de 1918 (un mes antes de finalizar la guerra). Está se caracterizó por tener dos mujeres que observaban tranquilamente pasar una avioneta de guerra y que estaban vestidas elegantemente haciendo alusión a la llegada del invierno. Recordó que sin importar que el enemigo hubiese estado tan cerca de Paris en esos momentos, y que su vida peligraba, los modistas más importantes e influyentes de la ciudad estaban celebrando el Winter Fashion Openings. Ella siempre supo que la moda no podía parar aunque hubiese ciudades hechas escombros.

Imagen: Helen Dryden. Portada Vogue, Octubre 1918

jueves, 4 de junio de 2015

Un día de una mujer en el siglo XIX


Por Manuela Pulido

Me llamo Manuela y trato de concentrarme para poder escribir acerca de la concepción de la mujer a finales del siglo XIX. He estado investigando durante varios días para que no me quede en la mente sólo una parte de la información. Está siendo un poco difícil, son las 4:26 pm y escucho rutas escolares llegando a mi edificio, las turbinas de la lavadora que se repiten una y otra vez pareciese que fuera una melodía ya en mi mente, los fogones de la estufa y la comida en las ollas hirviendo, ladridos de perros, la aspiradora del apartamento de al lado, la podadora de afuera. Pero por fin me puedo concentrar…

No sabía mucho de esta época, de hecho diría que no sabía nada, tras leer e investigar fue muy triste pensar y tratar de sentir todo lo que estas mujeres tuvieron que vivir. Sin embargo, tuve la fortuna de que la bisabuela de mi mejor amiga conoció a Concepción Arenal, si es un nombre. Ella era de España y fue una de las mujeres que lideró toda una revolución. Concepción, sí que tenía un gran valor para revelarse contra todo, pero ¿qué era todo esto?

Empezando porque nosotras las mujeres, estábamos vetadas a la educación, quizás eso muchos ya lo sabían, pero tener que vestirse de hombre para poder ir a estudiar o no poder tener la libertad para escoger lo que quisieras estudiar  ¿era justo? La mujer, sólo por su género, era como si hubiera tenido una maldición, sí, la maldición de la función reproductora. Por eso la mujer era vista como un ser inferior e incompleto. Era como estar metida en un infierno donde  se vivía físicamente pero no vivías moralmente. 
No se sabía si estar casada era un alivio o era como si vieras una luz pero se fuese tornando oscura poco a poco, ¿por qué? porque no disponías de ninguna libertad. Tu esposo tenía todo el poder de ti, si tenías la oportunidad de poder trabajar, el autorizaba en donde y todo el salario que ganabas  disponía de él, la mujer no tenía la capacidad para manejar dinero.

No podía hablar con nadie acerca de política ni religión, sus únicos temas de conversación, eran sobre tejiendo y bordado. No tenían derecho al voto, las mujeres éramos seres humanos marginados, que nunca respetaron, valoraron y educaron. Ser mujer era una maldición, una enfermedad, sin igualdad  de derechos. Desde la infancia eran preparadas solamente para conocer a un buen marido y siempre iba a estar dependiendo de alguien, un sistema autoritario con ideas tradicionales del que nunca se podía cuestionar ni revelar.

“El código penal establecía que si el marido asesinaba o agredía a la esposa adúltera o al amante de ésta, al ser sorprendidos, sólo sería castigado con el destierro durante un corto espacio de tiempo. En la misma situación, las penas impuestas a la mujer eran mucho más severas: al ser considerado parricidio el asesinato del marido, la sentencia era siempre prisión perpetua.”1

Ella, Concepción estudió Derecho pasándose por hombre y al terminar empezó a crear organizaciones benéficas para los pobres y a luchar por las mujeres. Finalmente, después de luchar tantos años empezó a unir a todas las mujeres en movimientos humanitarios  y se desarrollaron pequeños grupos de alfabetización en la iglesia  donde promovían la lectura y las interpretaciones de los textos sagrados, poco a poco se empezó a dar esta gran lucha mundial y gracias a todas estas mujeres que en cada país con gran valor lucharon por nuestra liberación se llegó a la concepción que hoy en día tenemos.



1. NASH, Mary y TAVERA, Susana, Experiencias desiguales: conflictos sociales y respuestas colectivas, Madrid, 1995Ed. Síntesis
Imagen: Larry Hart/ Marzo 2013 gremsdoolittlelibrary