lunes, 4 de abril de 2016

El grunge no es grunge


por Mariana Correal

Eran las 10 de la mañana y como lo previsto anteriormente por teléfono, me encontraba en el lobby de un edificio viejo donde residía en Seattle Tobi Vail.  Estaba muy nervioso ya que no sabía que podría pasar o si realmente obtendría información interesante. Por mi mente caminaban mil y un escenarios dónde todo terminaba en un desastre. Pasaron 15 minutos y por fin vi salir del ascensor a un chica con el pelo despeinado,  jeans rotos, una camiseta negra larga, botas de combate, backpack y lo más esencial, una camisa de flannel roja con blanco para el clima cambiante de la cuidad.  – Me imagino qué tu debes ser Andy Federici- río- eres tal cuál te describió Hanna. Me dijo que te acabas de graduar de periodismo y quieres probar suerte conmigo. Bueno hoy soy toda tuya – volvió a reír pero esta vez con un tono satírico. Me jaló de la mano y salimos del edificio.  Empezamos a caminar mientras ella me contaba que odiaba levantarse temprano y que siempre había sido una chica nocturna, pero que habían cosas que por más que quisiera ir en contra de ellas eran imposibles. 

Entramos a un café bastante chiquito con las paredes  llenas de posters de bandas desconocidas, sonaba Soundgarden a todo dar y en el fondo vendían lo que parecía ser ropa usada. La saludaron por su nombre, sabían que iba a pedir exactamente, ya que no tuvo ni que decirlo. Tomó su bebida caliente, salimos y empezó a contarme un poco sobre sus proyectos y su música. Me dijo que estaba harta de la escena y el machismo con el que siempre se encontraba y que por eso estaba decidida, con un grupo de amigas, a crear un movimiento feminista que apoyará a otras mujeres a revelarse, a ser libres sin importar los prejuicios. Cruzamos la calle y nos encontramos con un shopping strip, Vail se volteo y me dijo- Ves esta porquería, todo aquí es uniformado, no hay individualidad, maldito capitalismo, nos quiere atrapar a todos. Yo compro en ventas de garaje, en el Salvation Army y en Thrift Shops, no pienso darle mi dinero a estas grandes empresas que no hacen nada por uno.  

Me contó varias historias de cómo había empezado a vestirse así y que realmente a ella solo le importaba estar cómoda, no gastar mucho y dedicarle poco tiempo a su aspecto físico.  Continuamos caminado y llegamos a una puerta negra. Golpeó y le abrió una chica que tenía un vestido de flores con un saco grande roto y doctor Martens. Enseguida me golpeó una onda de música, entramos a un cuarto donde estaban todas las integrantes de Bikini Kill, la banda donde ella tocaba la batería y conocida por estar en el movimiento punk/grunge. Las observé mientras ensayaban, sin que se vieran uniformadas todas llevaban una continuidad del mensaje en su forma de vestir, se les notaba en todo, desde sus movimientos hasta su forma de hablar, era bastante notorio que todo les importaba poco y que ellas solo hacían las cosas por que ellas querían hacerlo. Al final del ensayo fuimos a almorzar, ya era bastante tarde, nos sentamos en un pub y pedimos un par de cervezas. Vail, entre risas, me contó sobre su relación con Cobain, decía que él era bastante diferente antes de que ellos empezaran a salir, sentía que ella lo había formado para ser la cara del grunge. Se empezó a reír de una manera incontrolable y me dijo- El grunge no es nada, el grunge no quiere ser nada. Nos quieren denominar, poner un nombre, una etiqueta. Nosotros somos personas que no nos importa nada, solo queremos ser y no ser lo que el gobierno quiera de nosotros. Ahora quieren volver esto en algo tangible, en un estilo, pero no van a lograrlo porque el grunge no es grunge-. Se metió en la boca el ultimo bocado de su hamburguesa, se tomó lo que quedaba de su cerveza y nos fuimos.  

Llegamos a una calle bastante oscura, caminaba con mucha cautela y mirando a todos lados, tengo que admitir que sentí un poco de miedo, abrió su backpack y sacó  una peluca negra. Me la puso y me dijo- ¡Menos mal no tienes pelos en la cara!- Me quede mirándola y me dijo – No seas bobo no tienes que usarla, donde vamos aceptamos a todo tipo de personas. Guardo la peluca y volteamos a la izquierda,  había un grupo de personas reunidos afuera de una puerta roja, entramos y estaba tocando Mud Honey, los papás de la música grunge, estaba bastante lleno pero el ambiente era genial. La gente bailaba sin prejuicios, las mujeres se veían tan guapas con sus vestidos anchos y cortos, descomplicadas con el pelo desastroso y los ojos delineados. Yo lucía cómo un completo imbécil con mis jeans claritos y camiseta azul ajustada, mientras los hombres allí vestidos con lo que era probablemente la ropa de sus novias o sus hermanas, luciendo tan cool, camisas largas, pantalones rotos, pelo largo y sacos anchos, cómo diablos podían lograr esas combinaciones y verse bien. Bailé, bebí bastante whiskey, me integré totalmente a ese sentimiento de no importa nada y me dejé ir. De repente Vail llegó con unas tijeras y me rompió los pantalones, me miro con una gran sonrisa -Vi en tu mirada que por fin lo entendiste y necesitabas ser liberado-. Tenía razón entendí que el grunge no era un denominador de un grupo de personas o un estilo, era libertad. Así que dejé a mi ser salir por completo, me despedí de Vail,  de ese “yo” que no me dejaba ser y caminé hasta mi apartamento con la sensación de haber encontrado mucho más de lo que esperaba.

IMAGEN Vogue Paris, La Fievre Grunge Septiembre 2013

Bibliografía

1. Free People- History of grunge

2. Fashion History- Grunges influence 

3. Enjoy your style- Riot Grrrl

4. Rebels Market- Where did grunge Fashion came from

5. Vogue- Kurt Cobain- Legacy of grunge

6. Wikipedia- Grunge
https://en.wikipedia.org/wiki/Grunge

7. Fashion Grunge- Tobi Vail

8. The guardian- Music- Kurt Cobain

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