martes, 5 de noviembre de 2013

El anuncio de mi despedida

Por: Laura Aristizábal

En medio de este gran salón mis recuerdos empiezan a vagar sobre esa imponente fuente donde ahogué todos mis miedos. Aquel viejo carrusel que al son de la música me envolvía en un cuento de misterio y aventura. Estaban allí  las escaleras, claro, esas escaleras y los antiguos ascensores que siempre me recordaron el camino hacia la cúspide del éxito. No puedo olvidar ese pasillo de hotel que con tantas puertas secretas quiso medir mi audacia, a la que mi instinto y yo no le temíamos, pues siempre sabíamos cual era la puerta indicada, aquella que nos llevaría por el camino correcto. Se encuentra allí ese imponente reloj al que miro con nostalgia, el reloj que marca las horas en  retroceso recordándome el poco tiempo que me queda en este cuarto oscuro y lúgubre, donde vienen a mi mente los buenos tiempos y donde hoy será el cierre de uno de los capítulos más importantes de mi vida. Toda la escenografía que marcó mi historia y que hoy quise recrear está lista. Los invitados empezaron a ocupar las graderías y entre murmullos especulan sobre el espectáculo que verán esta noche.

En una cálida desnudez y con el monograma que tantas veces rediseñé, sale la primera modelo a la pasarela dando así inicio a mi gran espectáculo. Esta vez mis modelos se vestirán de plumas, las plumas de aquel pavo real que marcaban la llegada de la primavera. Algo extraño sucedió en esta escena, el luto que invadió el cuarto se vio también reflejado en los diseños, el color negro se apoderó de pies a cabeza de mi colección dándole un estilo gótico. Pero, esperen un momento, no podía dejar a un lado mi espíritu libre, así que decidí  darle un toque juvenil y de rebeldía a esta colección, unos cuantos jeans de los que colgaban cadenas lograrían combinarse con la elegancia y la sutileza de las transparencia, los encajes, los flequillos, las pequeñas carteras en cuero y los bordados con estilo barroco en pedrería que adornaban chaquetas, vestidos y pantalones. Al finalizar el desfile entre aplausos y admiraciones llegaba la hora de mi salida a escena para el cierre del evento, con  lágrimas en los ojos, inundado de tristeza pero a la vez con miles de sueños por cumplir, anuncié mi partida de la firma Louis Vuitton para la que había trabajado durante tanto tiempo dejando el alma, la inspiración y mi pasión por el diseño.


Este es quizás mi adiós para siempre como director creativo de la marca, espero mi legado siga en pie, aunque yo me encuentre haciendo mi propio camino.




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