El anuncio de mi despedida
Por: Laura Aristizábal
En medio de este gran salón mis recuerdos empiezan a vagar sobre
esa imponente fuente donde ahogué todos mis miedos. Aquel viejo carrusel que al
son de la música me envolvía en un cuento de misterio y aventura. Estaban
allí las escaleras, claro, esas
escaleras y los antiguos ascensores que siempre me recordaron el camino hacia la
cúspide del éxito. No puedo olvidar ese pasillo de hotel que con tantas puertas
secretas quiso medir mi audacia, a la que mi instinto y yo no le temíamos, pues
siempre sabíamos cual era la puerta indicada, aquella que nos llevaría por el
camino correcto. Se encuentra allí ese imponente reloj al que miro con
nostalgia, el reloj que marca las horas en
retroceso recordándome el poco tiempo que me queda en este cuarto oscuro
y lúgubre, donde vienen a mi mente los buenos tiempos y donde hoy será el cierre
de uno de los capítulos más importantes de mi vida. Toda la escenografía que
marcó mi historia y que hoy quise recrear está lista. Los invitados empezaron
a ocupar las graderías y entre murmullos especulan sobre el espectáculo que
verán esta noche.
En una cálida desnudez y con el monograma que tantas veces
rediseñé, sale la primera modelo a la pasarela dando así inicio a mi gran espectáculo.
Esta vez mis modelos se vestirán de plumas, las plumas de aquel pavo real que
marcaban la llegada de la primavera. Algo extraño sucedió en esta escena, el
luto que invadió el cuarto se vio también reflejado en los diseños, el color
negro se apoderó de pies a cabeza de mi colección dándole un estilo gótico.
Pero, esperen un momento, no podía dejar a un lado mi espíritu libre, así que
decidí darle un toque juvenil y de
rebeldía a esta colección, unos cuantos jeans de los que colgaban cadenas lograrían
combinarse con la elegancia y la sutileza de las transparencia, los encajes,
los flequillos, las pequeñas carteras en cuero y los bordados con estilo
barroco en pedrería que adornaban chaquetas, vestidos y pantalones. Al
finalizar el desfile entre aplausos y admiraciones llegaba la hora de mi salida
a escena para el cierre del evento, con
lágrimas en los ojos, inundado de tristeza pero a la vez con miles de
sueños por cumplir, anuncié mi partida de la firma Louis Vuitton para la que
había trabajado durante tanto tiempo dejando el alma, la inspiración y mi
pasión por el diseño.
Este es quizás mi adiós para siempre como director creativo
de la marca, espero mi legado siga en pie, aunque yo me encuentre haciendo mi
propio camino.
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