Por: Juliana
Mancilla Covezdy
La Quinta avenida es una de las principales
arterias del centro de Manhattan en la ciudad de Nueva York ubicada entre la calle 34 y la calle 59, más
conocida como el centro de bonanza económica de la cuidad neoyorquina.
Allí
en cualquier café donde tal vez solo cotizar un pequeño panqueque costaría un
ojo de la cara, sentado el señor Arthur Baldwin Turnure, un miembro de la alta
sociedad en Nueva York, una tarde de diciembre en el año de 1892, se
encontraría ideando un proyecto que sin
pensarlo se convertiría en la nueva biblia para élite citadina.
“El
lado ceremonial de la vida” tal como Mr.Turnure la describiría.
VOGUE,
nace el 7 de diciembre de 1892, en la cuna de una de las familias mas
distinguidas de la ciudad, convirtiéndose en una fuerza de idea social. Las
primeras publicaciones de la revista incluirían artículos para mujeres y hombres,
reseñas de los libros más recientes, música y arte y un gran número de artículos acerca de
etiqueta y protocolo, y sobre como comportarse en cuestiones sociales.
El
origen de Vogue no fue accidental pues el mismo año las familias más poderosas
estaban en busca del reconocimiento en la alta sociedad, y para esto un gran
evento se llevaría a cabo en la ciudad:
The Winter Ball, organizado por la esposa del millonario William Backhouse Astor creador de “The Four Hundred” el grupo social élite de
Nueva York, o en un sentido más coloquial , cuatrocientas personas totalmente podridas
en oro.
Dicho
baile se llevaría a cabo en la mansión Astor de la Quinta Avenida y estaba dirigido a aquellas limitadas 400 personas que
pertenecerían al núcleo de la tradicional aristocracia de aquellos tiempos. Dichas
personas harían parte de los invitados a los próximos eventos sociales más
grandes de la ciudad.
Vogue
nació para ser espejo de “The Four Hundred”,
para contar sus hábitos, actividades, comportamientos, lugares
frecuentados y la ropa que vestían. En últimas su target eran Los 400 y
cualquiera que quisiera verse, actuar y sentirse como ellos la leería.
El
primer círculo de trabajo estaba encabezado por Arthur Turnure quien era el
editor en jefe, Harry McVickar el director de arte y la publicista Jossephine
Redding.
McVickar
y Turnute se habrían conocido en el humilde restaurate Delmonico luego de su apertura
en el hotel Waldorf en Nueva York.
Todos
estaban directamente relacionados con la alta sociedad y expresaban en sus
columnas los intereses y preocupaciones de la aristocracia.
Mr.
Turnure destacaba al polémico y controversial Walter Robinson quien de manera
poco gentil, escribía acerca del comportamiento de algunos americanos, en otras
palabras los americanos que no poseían la misma cantidad de dinero que ellos.
Finalmente
Vogue impuso las reglas de la conducta social y era leída por aquellos que se
consideraban parte de la élite de Nueva York, era un respiro de lujo para
aquellos que no pertenecían a la élite. Para los que afuera de la mansión
soñaban, para los que de improvisto llegaban a la Quinta Avenida e imaginaban
lo que todo ser humano desea efímeramente y que no todos consiguen.
Vogue
se convirtió en la biblia para hombres y mujeres, el diccionario de los lujos,
ese pequeño pedazo de ensueño, esos trozos de papel que hacían sentir a la
gente un poco más cerca de todo lo que ansiaban tener y sólo esos 400 miembros
aristócratas poseían con egoísmo, Vogue finalmente significaba la Quinta
Avenida en sus manos.
WEBGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA
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