viernes, 26 de junio de 2015

Nostalgia en los tiempos de LId


por Valentina Lovera

Elspeth estaba sentada en su oficina. Seis meses habían transcurrido desde el final de la Gran Guerra en la que murieron millones de personas y se destruyeron ciudades enteras. Recordando aquellos días ruidosos, intranquilos, inseguros, que giraban entorno al conflicto, conflicto que afectó todos los sectores económicos, incluso al de la moda. Sacó de su escritorio algunas ediciones pasadas de la ya reconocida revista Vogue publicada en medio de la guerra.
Las revistas se encontraban organizadas en orden cronológico. Las observó una por una. La primera que tuvo frente a sus ojos correspondía a septiembre de 1916 que tenía escrito un llamativo titulo: Forecast of Autumn Fashions e hizo referencia a la moda de otoño, a sus principales prendas y diseños. Elspeth se sorprendió al recordar que esos informes de moda se hicieron en medio de la incertidumbre sobre el rumbo que emprendería el conflicto.   
Elspeth continuó con la edición de diciembre de 1916, la separación de los hombres y de las mujeres por causa de la guerra fue el tema principal, pues los hombres debía ir a enfrentar al enemigo.  Sin embargo, ella recordó la motivación de ese entonces para que las mujeres vistieran de color primavera.
La portada de la edición de diciembre de 1916 era un homenaje a la famosa reina Victoria de España, que era un icono en la moda por su exquisito gusto en su vestir.  Por culpa de la Gran Guerra, ella y el rey Alfonso se vieron obligados a permanecer en su país y cancelar sus viajes por Europa. Elspeth pensó en ese momento que nadie se salvaba de los estragos de la guerra, pero la moda continuó y esa vez se caracterizó por las prendas de piel y las túnicas. 
Elspeth recordó, al ver a simple vista la portada de la edición de diciembre de 1917, los vestidos de los diseñadores Premet y Lanvin, los cuales se caracterizaban por la sencillez, que era acorde a la guerra, y que eran acompañados de capas. Reflexionó acerca de los desastres y sacrificios que la guerra ocasionó a la humanidad y suspiró profundamente en forma de lamento. 
Luego posó su mirada sobre la edición de mayo de 1918, la cuál hablaba sobre los matrimonios, brindando  soluciones para algunos problemas y retos que debía enfrentar la novia en medio de una guerra, donde sobresalía la escasez, la hambruna y el endeudamiento. Elspeth recordó que en ese momento sintió una gran responsabilidad por todas aquellas mujeres que querían celebrar en grande uno de los momentos mas importantes de la vida pero por las circunstancias no era una tarea fácil de realizar.
Por último observó la portada de la edición de Octubre de 1918 (un mes antes de finalizar la guerra). Está se caracterizó por tener dos mujeres que observaban tranquilamente pasar una avioneta de guerra y que estaban vestidas elegantemente haciendo alusión a la llegada del invierno. Recordó que sin importar que el enemigo hubiese estado tan cerca de Paris en esos momentos, y que su vida peligraba, los modistas más importantes e influyentes de la ciudad estaban celebrando el Winter Fashion Openings. Ella siempre supo que la moda no podía parar aunque hubiese ciudades hechas escombros.

Imagen: Helen Dryden. Portada Vogue, Octubre 1918

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