viernes, 12 de agosto de 2016

Infinidad romántica

W Magazine, December 2013
By Tim Walker

Por Camilo Blanco

Entrar en la cabeza de la muerte y su esencia en vida, entregarse por una tarde y respirar el aire de la oscuridad. La ilusión se apodera del cuerpo como un deseo que se adhiere en la mente y no se calma hasta que el instante llega. El Metropolitan Museum of Arts se convirtió en el hogar de las creaciones de Alexander McQueen, resguardándolas para la eternidad.

El nombre de la exhibición generaba toda clase de curiosidad, tenía la consigna de envolver un mundo que en muchas ocasiones se entregó a un público ajeno a lo que veía, incapaz de entender las razones de una creación. ¿Cómo exponer las piezas de un genio sin lastimar las expectativas de casi el mundo entero? Savage Beauty encarna en dos palabras un recorrido que comenzó bajo el efecto domínate de las endorfinas recorriendo el cuerpo, directamente hacia el encuentro con The Romantics (los salones) y un sentimiento que hacía de las personas New Romantics.

Vida y muerte, luz y oscuridad, humano y máquina, los contrastes abrían las puertas a la exhibición. En The Romantic Mind, el concreto dominaba el espacio, te llevaba los ojos directo hacia las primeras piezas del atelier donde Mcqueen sembró los cimientos de su casa, sastres negros bordados con dorado, textiles recreando obras artísticas y prendas sin terminar. El aire se sentía pesado, algo inconcluso, austero y ausente de carácter. Evocaba el auge y un inicio incierto.


Espejos antiguos, marcos de un dorado opaco en madera finamente tallada adornaban el lugar donde el amor por el pasado componía The Romantic Gothic. La exuberancia de la era victoriana junto a la colección protagonista Angels and Demonds, traían consigo la esencia oscura del siglo XVIII y XIX. Cada pieza poseía vida, susurraban al oído la historia de su creación y en una composición perfecta, el aire que daba vuelo a un atuendo que hipnotizaba con aquel suave movimiento.

Un par de horas se convirtieron en un viaje infinito, el cambio entre sala y sala era acompañado  por las ansias. Cabinet of Curiosities, exponía en armonía diez mundos distintos. Icónicos atuendos  en medio de movimientos, proyecciones y un espacio sobrio exaltando la belleza de las creaciones, eran rodeados por ornamentos e inolvidables tocados hechos por Philip Treacy para la casa que ponían a volar la mente de los espectadores como cientos de mariposas.

Candelabros con velas enaltecían el siguiente paso del recorrido, The Romantic Nationalism. El sentimiento patriótico de Mcqueen se reflejaba en el tartán que, con siluetas clásicas, evocaban el pasado y con la mezcla de texturas la irreverencia del presente en la sociedad británica. Madera astillada en muro y suelo era el escenario para piezas provocadoras, cuyas fibras denotaban la sangre de épocas pasadas bajo la luz de un holograma donde la organza plisada volaba atada de la piel de la mujer.


Impregnados por las culturas, Asia giraba y variaba su reflejo en The Romantic Exoticism. Bordados en prendas contemporáneas se alienaban de las épocas. Un aura oscura se fue apoderando del camino, The Romantic Primitivism mostraba la decadencia con un intencionado desgaste en las telas, traía a la cabeza el intranquilo malestar del paso de las horas y el conformismo enfermo de la existencia.

Una transición nos llevó a la claridad, donde la muerte en confluencia con la vida se hace luz en The Romantic Naturalism. Las paredes parecían dibujar los pensamientos e ideas sobre la vida de Mcqueen, El cristal transparente encerraba las piezas pero no deja nada oculto, hacia al fondo la colección previa a la muerte conectaba el ser orgánico del hombre con la máquina.

Capturar emociones y guardarlas para despertarlas ante los ojos de personas ausentes, que no conocen los placeres que duran, por las ansias de saciar su urgencia. Un dialogo permanente conecta instantes de pasado con porciones de presente, la vida en función de la muerte y la muerte en función de los actos en vida. Ojos cegados con la luz, devueltos al instante que fugaz se aleja y se transforma con otro instante. I’m a romantic existencialist.


Webgrafía
Video
https://www.youtube.com/watch?v=Rgiyk_oPE-E
Autor desconocido. Recopilado 28 de julio de 2016. Met museum. http://blog.metmuseum.org/alexandermcqueen/

Autor desconocido. Recopilado 28 de julio de 2016. Met museum. Vam. http://www.vam.ac.


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