por Leidy
Martínez Villamil
Hoy más que nunca, anhelaría devolver
el tiempo, sentirme joven y ser el Poiret recordado de aquella época. Cada día
que pasa, me siento más viejo y enfermo, pues los años no vienen solos y muchas
veces llegan mal acompañados.
Frente a mi ventana estoy, recordando
cada experiencia vivida, cómo aquella etapa donde mi padre era un comerciante
de telas y yo solo me encargaba de recoger cada uno de los retazos sobrantes,
con el fin de diseñar prendas para las muñecas de mi hermana Nicole.
Siendo sincero, me parecía ridículo
ver como cada muñeca estaba vestida, púes su busto curvo y trasero prominente
no llamaban mi atención y mucho menos, el famoso corsé; que solo era parte de
la uniformidad de la época, obligando a cambiar la posición del cuerpo de cada
una de estas.
Es por eso, qué cuando empecé a ver a
las muñecas de Nicole de cabello natural castaño claro, con flequillo ondulado,
dos trenzas largas, ojos durmientes azules y boca cerrada roja, sometidas a
usar el ridículo corsé, las quise liberar de este. Pues no era normal entrar al
cuarto de mi hermana y ver que cada una de ellas solo se quejaban y gritaban
enfurecidas que no podían hacer cualquier actividad con libertad, de hecho, muchas
de ellas se encontraban afectadas de la columna y poco a poco iban perdiendo su
movilidad.
Los días pasaban y cada vez que
entraba al cuarto de Nicole, ellas se perdían en el llanto, así que con los
retazos que yo había recolectado, quise diseñar una falda de medio paso, con
diversos estampados y colores vivos como el rojo, fucsia y morado.
Ellas muy contentas al ver este
cambio, no dudaron en pedirme más de esta y así fue que mi pasión por la moda
iba aumentando, creando siluetas nuevas para las muñecas. Tan pronto terminaba
de coser, iba de inmediato a entregar la falda que me habían pedido muchas de
estas, pero al llegar a la habitación, no se imaginan con lo que me encontré.
Aquellas estaban gateando por todos
lados, gritaban fuertemente que ya no podían caminar, púes observe que sus pies
estaban estrechos y que les había atado las piernas, impidiendo que caminarán
con facilidad.
Muchas de ellas solo me empezaron a
criticar y exigían otro cambio que no afectara su libertad al caminar, en medio
del espectáculo que estaba observando en ese momento, yo solo me empecé a reír,
pues era gracioso ver como unas muñecas gateaban y se resbalaban cuando
empezaban a caminar, parecían de esos ballets rusos los cuales saltaban y
bailaban sin cesar.
Finalmente, empecé a imaginarme que
estaba en un ballet ruso presente y quise empezar a diseñar un pantalón
bombacho algo oriental, creyendo que esto tal vez si podría hacer que las
muñecas se vistieran con libertad.
Webgrafía
Diana
Fernández, (29 de agosto 2014) Diseño. Historia y Teoría del traje y la
moda.Cine.Teatro de https://vestuarioescenico.wordpress.com/2014/08/29/paul-poiret-y-los-pantalones-dentro-de-su-estilo-de-inspiración-oriental/
Ana
Álvarez, (30 de enero 2016) Estilo y moda, de http://www.estiloymoda.com/articulos/siglodisenadores-poiret.php
Vogue
España, de http://www.vogue.es/moda/modapedia/disenadores/paul-poiret/301
Nines
Barcelona, (2 de enero 2017) Colección de muñecas antiguas y alta costura para muñecas,
de https://ninesbarcelona.wordpress.com/category/munecas-de-los-anos-194050/
(29
de mayo de 2012)Slideshare Paul Poiret, de https://es.slideshare.net/AliciaaLo/paul-poiret-13123463
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