domingo, 2 de agosto de 2015

Poker Game


Por Maria Carolina Monroy


(2010) Reflexiones de Anna Dello Ruso mientras hace maletas para su viaje a París.

Paris Fashion Week, tan sólo siete días, pero el mes completo es de moda. Tres outfits por día, uno para la mañana, otro para la tarde y otro para la noche. Pero si luzco ropa de noche en el día puede ser inesperado. Cien en total estaría bien. Lady Gaga es mi ídolo, en Bad Romance se cambio como veinte veces, yo seré como ella en la semana de la moda. Tiene un poder de comunicación por medio de sus vestidos incalculable. Es la aproximación de la música y la moda. Cuando uno juega poker se necesita más y más dinero sobre la mesa, yo en cambio necesito más y más ropa en mi armario apartamento, nunca será suficiente, no puedo ponerme lo mismo dos veces. ¿Y el espacio? ¿Si se me acaba el espacio? ¿Serán cuatro mil pares de zapatos suficientes para encontrar la pinta de cada día? ¿Tendré que ir de compras? Mi meta es vestir las colecciones antes del show. Como me miman los diseñadores. A veces la gente me dice que se siente desvestida a mi lado, ¿por qué? Si la moda es una musa que debo seducir, debo bailarle hasta conquistarla, es un cuento de hadas y yo cuento el mío, un juego olímpico y por eso debo llevar puesto siempre lo mejor de lo mejor, es mi huella, es la conexión entre mi alma y mi mente. Y aunque a veces me exceda y luzca como un árbol de navidad, esta bien, es la declaración de mi libertad. Al menos me robo todas las miradas, al menos porto algo distinto y marco tendencias. 
¿Llevaré jeans? No, mejor esta chaqueta de Versace. Me gustan los jeans por supuesto, me gusta sentirme sexy también, los jeans de Balmain que son increíbles e incluso los de Abercrombie & Fitch. Pero quiero vestidos, vestidos y muchos zapatos. ¿Quizás baletas? No. La moda siempre va a ser incomoda, si quiero estar cómoda, jamás encontraré el look. Llevaré Moschino porque el dorado es mi nuevo negro. De Saint Laurent puede ser el abrigo fucsia, es adecuado para la noche, con unos pantalones anchos negros y una cadena dorada de Bvlgari. También el camisón azul oscuro, tiene una mezcla entre lo militar, lo chic, los uniformes y es muy francés. De Azzedine Alaia, tal vez un icónico trench vestido, es atemporal. De Emilio Pucci, esta chaqueta Spencer de piel de serpiente con flequillos y el vestido largo morado ceñido al cuerpo con el estampado tan Pucci, para el día con un par de botas de Marc Jacobs. ¿Si pudiera llevar mi colección de clutchs? Llevaré un abrigo con pelos en los puños un tanto Mongol y el vestido con hilos de lurex dorados tan femenino. De Alexander McQueen…De Miu Miu…y de Antonio Verardi este vestido de verano 2011. Zapatos. Estoy obsesionada con los colores metálicos, las paletas chocantes y los tonos fluorescentes. Los Bottega Venetta verdes, los Louboutin rosados y los Valentino negros clásicos con taches. Amo las plumas y los peluches, quizás este verde limón y las hombreras con plumas para sentir que vuelo. ¿Animal prints? mucho leopardo y accesorios. Oro y excesos. Soy una víctima de la moda. 

Y ahora con la invitación de Carine al baile de mascaras del 90 aniversario de Vogue Paris, ¿qué me pondré? ¿Alexander McQueen? Mmm, no, ese lo usó Lady Gaga para una grabación hace muy poco. ¿Philip Tracey? Si, puede ser. ¿Gareth Pugh? Si, es fantástico, es de la última colección, es perfecto para el baile de mascaras con el vestido blanco de Pucci. Debo llamar a Gareth, debo saber si su tocado esta disponible, si esta a la venta. Dios, por favor.

IMAGEN: Tommy Ton, Vogue Russia, DRuJour, 3 de septiembre 2012.

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