Por: Laura Ramírez
Durante la cena, me habla de su
infancia, de cómo sus padres discutían continuamente, y cómo de pequeña se
refugiaba en la danza para olvidarse de todo. De su padre, tan dulce como
siempre se caracterizó, todas las noches, le decía cuan bella era, y después,
cuando su madre le decía “mi pequeño monstruo”, con sus estériles gritos como
banda sonora, cómo se enzarzaban en una pelea como si fueran luchadores metidos
dentro de una jaula, destrozando muebles y rompiendo platos, dejando grietas, golpes
y cráteres del tamaño de un puño en la paredes. Y cómo su madre se acabó cansando de arreglar
los agujeros y se limita a colgar la fotografías encima de ellos, claro estaba,
poniendo siempre a su hermana menor en la mitad de las fotos, recordándole siempre la pena de tener una hermana tan guapa y ella ser tan fea. Los
retratos de la pequeña Diana de mejillas sonrosadas y narizona, sobre las
cicatrices de los muros como símbolo de las bonitas mentiras del pasado
utilizadas para esconder la fea realidad del presente.
Yo me rio, y después la hago reír a
ella, y comemos otro poco y reímos un poco más, y la gente viene y va.
Estoy loca por dentro me dice. Hay
algo de lo que no me había dado cuenta hasta ahora: justo en el borde de tu
labio superior, un poco a la izquierda, tu piel tiene un pequeño hoyuelo, una
vieja cicatriz del acné que se come sutilmente un pedacito de tu labio,
interrumpiendo su curva y formando un ligero remolino de piel descolorida. Pero
me gusta. La perfección es de plástico, fría, impecable.
Conozco esa sensación
respondo, se que solo ella puede
apreciar ese tipo de cosas, pues ni yo había notado mi labio de tal manera.
Solo ella ve la imperfección en lo más interesante de la belleza.
Su piel resplandece como si
estuviera iluminada desde el interior, y somos jóvenes y guapos, y no lo
seremos siempre, pero hoy si, ella es como un extraordinario tucán , salvaje
que salió de la selva que nos habla en un lenguaje asombroso. Su voz casi te
permite ver las cursivas cuando habla, pero su elección de vocablos es todavía
mas atractiva. No seria el único, en
quedar prendado a su estilo exótico e irreverente que lleva consigo , no soy más
que alguien que quiere estar donde estaba la acción, la acción que ella creaba,
esa acción que en las fiesta la hacia florecer, convirtiéndola en toda una
celebridad, sí, como ahora, como ahora debo hacerla sentir, podría decir que en
cualquier fiesta en donde estuviera esta mujer , rodeada de las mujeres mas
bellas y mejor vestidas del mundo, estarían
todos los hombres, como yo, alrededor de ella.
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